La primera duda fue la palabra "tapiz", ¿qué era realmente un tapiz?.Nadie había escuchado esa palabra, así que acudimos al diccionario para que nos resolviera la primera duda y sin darnos cuenta empezabamos una gran aventura: "¡seríamos detectives!".
Tras descubrir el significado de la palabra leímos una página, del libro, la página 39 y quedamos con más intriga " ...Fuera del lienzo también se hacía de noche. De pronto los relojes de las colecciones reales empezaron a sonar,.... Al dar los cuartos, el corro de La gallinita ciega se había alborotado."
¿Dónde ocurría esta aventura?, ¿qué era " La gallinita ciega"?.Al buscar el cuadro en internet nos dimos cuenta que era igual que el de la portada de nuestro libro, ....pero ¿qué ocurría? , la imagen estaba al revés.
Aquí empezó la aventura, el fin de semana teníamos que buscar información sobre el cuadro y un tal "Goya", que no sabíamos quién era.
Teníamos que imaginar de qué iba la historia, por qué el cuadro de la portada estaba al revés y cual sería su final
Entonces fue cuando empezamos a leer el libro, entre todos, en clase y.... cuando llegabamos a algo interesante teníamos que dejar de leer.
La siguiente investigación la hacíamos con nuevas pistas:
Curro era un niño que no quería ir al Museo porque parecía aburrido, pero sus padres lo animaron.
Algunos comentamos que habíamos ido a distintos Museos, con el AMPA habíamos visitado el museo de Chocolate de Rute. Parecía que el Museo del Prado era mucho más grande y con cuadros y relojes. Ahora aparecía un nuevo pintor, Velazquez, que pintaba a reyes subidos a caballo. A Curro le empezaba a gustar el museo.
De repente cuando ibamos, con Curro a pasar a la sala de Goya, tenemos que dejar de leer en lo más interesante, a Clara, la madre de Curro siempre le entraba un hormigueo en el estómago al entrar en esa sala. ¿Qué habría alli?
Teníamos que imaginar la continuación....
Volvimos a coger los libros y a leer un poco más, fue cuando llegamos a a la sala de los relojes reales y empezaron a sonar...
De nuevo teíamos que pensar que ocurriría a partir ese momento.
Por fin, tras compartir nuestras pistas con los compañeros volvimos a leer el libro y fue "¡maravilloso!".
Al día siguiente nos dijeron que tendríamos una visita especial, Rosi conocía nuestro libro, es más, conocía a la persona que lo había escrito estuvimos compartiendo nuestras experiencias e investigaciones.
